Villa Educación

Jueves 26 de diciembre de 2024

HORARIO DE VERANO Y SU UTILIDAD

El objetivo principal de la implementación del Horario de Verano es ahorrar energía eléctrica haciendo un mejor uso de la luz natural. Durante los meses de verano, sobre todo en las regiones y países más alejados del Ecuador, hay una acentuada diferencia entre las horas de sol y las noches, debido a la inclinación de la Tierra. Es decir, amanece más temprano y el Sol se oculta más tarde.

El Horario de Verano consiste adelantar una hora los relojes para modificar la hora de encendido de la luz en los intervalos en los que se muestra una variación en el consumo de energía. Estas diferencias son mayores en las mañanas de las 5:00 a las 8:00 horas, y en la tarde-noche de las 17:00 a las 24:00 horas. Al desplazarse la demanda debido a este cambio de horario, se deja de consumir energía eléctrica y, por consiguiente, disminuye la quema de combustibles.

Además de los beneficios económicos que representan los horarios estacionales, es importante adoptar todas las medidas posibles para racionalizar el uso de la energía y contribuir a reducir la vulnerabilidad de la población y los ecosistemas del país frente a los efectos adversos del cambio climático, con acciones de mitigación, como el Horario de Verano.

 

Algunos antecedentes históricos

El primero en concebir la idea de adaptar el horario en los meses de mayor insolación fue el científico e inventor estadounidense Benjamín Franklin. En 1784, durante su estadía en Francia, publicó un ensayo en Le Journal de Paris, en el que calculó los ahorros que se lograrían dejando de utilizar velas si los parisinos se levantaran más temprano durante los meses de verano, aprovechando la luz solar y reduciendo la necesidad de iluminar artificialmente sus hogares.

La idea de Franklin fue retomada por el londinense William Billet en Inglaterra, en 1907, cuando en un panfleto titulado “Desperdicio de la luz natural” propuso avanzar 20 minutos los relojes cada domingo de abril y retardarlos 20 minutos cada domingo de septiembre, con el objetivo de modificar la hora en que la población se despertara para aprovechar la luz de día de las mañanas y las largas tardes soleadas durante el verano. Gracias al cabildeo de Billet, la idea de adaptar el horario llegó al parlamento inglés a través de Robert Pierce en 1908, pero la ley nunca se emitió.

No fue sino hasta la Primera Guerra Mundial que Alemania adoptó la medida reemplazar la luz artificial y así ahorrar combustible, indispensable para la guerra. Inglaterra y otros países de ambos bandos siguieron el ejemplo, incluido Estados Unidos. Una vez terminado el conflicto, la mayoría volvió al tiempo de la preguerra, y no fue sino hasta la Segunda Guerra Mundial que volvió a adoptarse la medida bajo los mismos motivos económicos de ahorrar recursos energéticos para la guerra.

Desde entonces, muchos más países han adoptado el Horario de Verano, hasta alcanzar un total de 86 hoy en día.

 

México y el Horario de Verano

Se implementó en 1996, mediante el Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 4 de enero. Aplica en dos etapas:

  1. Del segundo domingo de marzo al primer domingo de noviembre en los 33 municipios de la franja fronteriza norte (exceptuando Sonora), con el propósito de facilitar la vida cotidiana de los residentes locales, que cruzan la frontera por motivos laborales o escolares, al homologar su horario con el de la zona fronteriza estadounidense, que cambia en esas mismas fechas.
  2. Del primer domingo de abril al último de octubre en el resto del territorio del a República Mexicana, con excepción del estado de Sonora, que conserva un solo horario durante todo el año, a la par que el estado de Arizona de la Unión Americana, y el estado de Quintana Roo.

 

Los 33 municipios fronterizos en donde el Horario de Verano aplica son:

  • En Baja California: Tijuana, Mexicali, Ensenada, Playa Rosarito y Tecate.
  • En Chihuahua: Juárez, Ojinaga, Ascensión, Coyame del Sotol, Guadalupe, Janos, Manuel Benavides y Praxedis G. Guerrero.
  • En Coahuila: Acuña, Piedras Negras, Guerrero, Hidalgo, Jiménez, Zaragoza, Nava y Ocampo.
  • En Nuevo León: Anáhuac y Los Aldama.
  • En Tamaulipas: Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Camargo, Guerrero, Gustavo Díaz Ordaz, Mier, Miguel Alemán, Río Bravo y Valle Hermoso.

Para el resto del país, la medida aplicará desde el próximo domingo 7 de abril hasta el 27 de octubre.

Desde su implementación en 1996, el FIDE ha sido el organismo encargado de darle seguimiento puntual a la medida, cuantificar los ahorros que se logran año con año en colaboración de la Comisión Federal de Electricidad y el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias, y darlos a conocer a la opinión pública nacional.

Los resultados de ahorro logrados en 2017 con la implementación del Horario de Verano son las siguientes:

                                                 

Ahorro en consumo                        885.70 GWh                        

Ahorro en demanda                        548 MW                                         

Ahorro económico                           $1,311 millones de pesos                              

Emisiones evitadas                         402 mil toneladas de CO2 equivalente

 

Para dimensionar el significado del ahorro de energía obtenido en 2017, los 885.70 GWh serían suficientes para abastecer el consumo de 571 mil casas habitación durante todo un año, con un consumo promedio de 258 kilowatt hora al bimestre (kWh/bimestre), o el equivalente al consumo de energía de 7.78 millones de lámparas fluorescentes compactas autobalastradas prendidas las 24 horas del día durante un año.

 

NOTA: Los estados de Sonora y Quintana Roo no aplican el cambio de horario.

La Eurocámara pide retrasar hasta 2021 la eliminación del cambio de hora.

Los países deberán comunicar a Bruselas para abril de 2020 el uso horario que quieren tener.

El pleno de la Eurocámara ha respaldado -por 410 votos a favor, 192 en contra y 51 abstenciones- retrasar a 2021 la eliminación del cambio de hora bianual en la Unión Europea y no en abril de 2019 como planteó inicialmente la Comisión Europea.

Los eurodiputados eso sí reclaman a los Gobiernos europeos coordinación para que el uso del horario de verano o de invierno en los distintos Estados miembro no perjudique al funcionamiento del mercado único y piden que la Comisión plantee retrasar su entrada en vigor un máximo de doce meses si determina que dicho desfase le puede afectar de manera "significativa y permanente".

Según los plazos contemplados por la Eurocámara a priori, en los países que quieran quedarse con el horario de verano los ciudadanos cambiarían por última vez el reloj en marzo de 2021 y en octubre de 2021 si sus países se decantan por el horario de invierno. Los países deberán comunicar a Bruselas para abril de 2020 el uso horario que quieren tener.

Los gobiernos europeos todavía no han fijado su posición sobre el fin del cambio horario, paso necesario para que se puedan iniciar las negociaciones con la Eurocámara y será el nuevo Parlamento Europeo salido de las elecciones de mayo el que se encargará de la negociación.