DÍA MUNDIAL DEL AGUA
Publicado el
La celebración cada 22 de marzo del Día Mundial del Agua, instituido en 1993, constituye un llamamiento a los educadores, responsables políticos y al conjunto de la ciudadanía para la defensa de un bien que es esencial para la vida.
El agua: ¿una crisis ignorada?
Es de todos sabido que uno de los principales factores para la vida es el agua, aunque no todos estamos conscientes de lo que es. El agua es el líquido más importante en nuestro planeta ya que cubre las tres cuartas partes de la superficie total, forma parte esencial en el desarrollo de los seres vivos, nos provee de energía, es fuente de vida; sin ella, los campos estarían secos, moriríamos de sed y no podríamos asearnos; simplemente, no existiría la humanidad tal como la conocemos.
Es tiempo de hacer conciencia
Algunos de los puntos principales para evitar que esta crisis se agudice podrían ser, entre muchos más, hacer consciente a la población sobre la importancia de este recurso y proporcionarle la información adecuada sobre su manejo, restringir gradualmente el uso indiscriminado del agua a las industrias mediante leyes que regulen su utilización, establecer plantas de reciclaje para las aguas residuales y administrarlas adecuadamente para que brinden un mejor servicio, promover proyectos innovadores en esta área y aumentar el número de lugares de almacenamiento. Según el informe de la Comisión Nacional del Agua de 1999, existe en México un total de mil plantas tratadoras de aguas residuales municipales, con un caudal de 42.3 m3 por segundo, pero sólo 29 m3 caen dentro de la normatividad vigente. De continuar así el uso de este elemento, el planeta padecerá una creciente escasez, la que en el último siglo se ha disparado sin que la mayoría de la población tome conciencia de lo que está sucediendo; de no tomarse las medidas y precauciones necesarias, los usos que hasta hoy le damos se verán imposibilitados y se pondrá en riesgo la sobrevivencia de la sociedad.
La medida más adecuada que podríamos tomar es la de racionalizar el uso del agua para que cada habitante del orbe tenga la necesaria para vivir. Pero, ¿podremos algún día frenar esta crisis que nos puede llevar a terminar con nuestra propia existencia? La respuesta depende de nosotros.