Villa Educación

Viernes 27 de diciembre de 2024

MITO: TODOS LOS SERES HUMANOS DEBEMOS DORMIR 8 HORAS DIARIAS

Por Génesis Gatica Porcayo

En la ciencia y la tecnología existen cambios constantes que en el transcurso de los años se vuelven cada vez más sofisticados. En tanto, el ritmo de vida de las poblaciones rurales y urbanas también evoluciona y con ello se modifican sus hábitos.

Dicha aseveración corresponde a la relación existente entre los hábitos y las horas de sueño. 

Por ejemplo, exponerse a la luz de pantallas y otros medios electrónicos antes de dormir, altera el ciclo del sueño. Mientras que beneficiarse de un sueño reparador mejora la energía, atención, creatividad y memoria. 

Diversos especialistas mencionan que los cambios en los patrones de sueño, se remontan a 1667 con el alumbrado público y después, con la revolución industrial, el tiempo de productividad se intensificó con más horas de trabajo.

Aunque actualmente la mayoría de la gente sabe que debe dormir ocho horas, existe el debate sobre si ese es el tiempo ideal para toda la población, o no. Debido a ello, investigadores especializados en higiene del sueño se han dado a la tarea de indagar sobre las horas ideales que permiten un verdadero descanso mientras se duerme. De acuerdo con la doctora Guadalupe Terán, investigadora de la Clínica de Trastornos de Sueño de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Iztapalapa (UAM-I): “las horas ideales de sueño continuo no son de ocho horas para todos, éstas dependen de la edad y se establecen de la siguiente manera: 

Bebés de cero a dos meses de edad, deben dormir un promedio de 10 a 18 horas. A partir de los dos meses y hasta el año de edad, el tiempo es de 14 ó 15 horas. En el primer y segundo año de vida, lo ideal es que los niños tengan un sueño nocturno de 14 horas. A los tres y cuatro años, 13 horas nocturnas están bien. Entre los cinco y 12 años de edad, deben dormir de 9 a 11 horas diarias. Mientras que a partir de los 13 y hasta los 17 años, lo recomendable son ocho a nueve horas y, en el caso de los adultos, lo mejor sí son siete a ocho horas por día.