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Jueves 28 de marzo de 2024

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¿QUÉ HACER ANTE UN DESASTRE NATURAL?, LOS MUSEOS TE RESPONDEN EN LA SNCYT

Puebla, Puebla. 20 de septiembre de 2018 (Agencia Informativa Conacyt). Sin importar la edad o condición social, un desastre natural expone la vulnerabilidad de cualquier ser humano. A un año de la tragedia en México ocurrida el 19 de septiembre, tres museos interactivos: Universum, El Rehilete y el Museo Interactivo de Economía exponen en el marco de la XXV Semana Nacional de Ciencia y Tecnología (Sncyt) el porqué de estos fenómenos pero, sobre todo, la forma en cómo se debe reaccionar ante una posible eventualidad.

Desde temprana hora, cientos de niños de diferentes instituciones del estado de Puebla acuden con sus maestros en grupo. El recorrido inicia con preguntas básicas: ¿sabes qué es un fenómeno natural?, ¿qué es un caos?, etcétera. Los niños y asistentes poco a poco van reflexionando sobre lo que más adelante aprenderán, desde la concepción que tenían las antiguas culturas prehispánicas sobre los fenómenos climatológicos, hasta la oportunidad de grabar una experiencia personal acerca de una inundación, un sismo, o bien sobre lo aprendido en Universum.

Mientras explican qué es la propagación de la energía, cómo se forman los ciclones tropicales, cómo funciona una alerta sísmica, cómo se puede mejorar una red de sensores que alerten a la población sobre un sismo, los asistentes a la XXV Semana Nacional de Ciencia y Tecnología experimentan mediante hologramas, aprenden con charlas y reviven experiencias a través de videos o de plataformas que simulan el movimiento de la tierra. La muestra termina con una serie de recomendaciones sobre qué hacer y cómo estar preparados.

 

Recordar y actuar

En una segunda zona, se encuentra el Museo El Rehilete, que rinde en un primer inicio un homenaje a los elementos del Ejército Mexicano, quienes a partir de su Plan DN-III-E atienden a las personas en situación de riesgo o crisis a causa de un fenómeno natural.

El Plan DN-III representa un instrumento operativo militar que establece los lineamientos generales a los organismos del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos para realizar actividades de auxilio a la población civil afectada por cualquier tipo de desastre, y fue aplicado a partir de 1966 como consecuencia del desbordamiento del río Pánuco.

Ladrillos rotos y escenarios con imágenes reales sobre lo acontecido el 19 de septiembre recuerdan a los asistentes la contingencia que se vivió y la forma en cómo se enfrentaría otra experiencia de ese tipo.

La base de monitoreo de sismos e inundaciones permite al visitante conocer si su vivienda se encuentra en una zona de riesgo de forma más precisa. A un lado, la muestra de los víveres y objetos que pueden ayudar a una persona en desgracia es un recordatorio de lo que la sociedad puede aportar en momentos de tragedia.

Los pequeños, por su parte, tienen el reto de cruzar una tubería de drenaje simulada, con obstáculos. La idea de esta actividad es que los menores puedan valorar cómo escapar en caso de un derrumbe en espacios muy reducidos y, sobre todo, si vale o no la pena llevar mochilas o pertenencias que puedan obstaculizar su salida.

Otra de las actividades que ofrece este museo interactivo es el juego de las llaves. Con una simulación de diferentes conductos de agua, gas y electricidad, los niños pueden aprender cómo cerrar cada uno de los modelos y aprender a qué tipo de conexión pertenece y cuáles son las que se deben cerrar de forma inmediata en caso de una emergencia.

En la siguiente actividad interactiva, el visitante tiene que deducir las causas que ocasionaron el incendio en un restaurante montado con utensilios y comida carbonizada. El objetivo es que los asistentes, pero sobre todo los niños, conozcan cómo un descuido humano también puede provocar un siniestro.

 

Entre escombros y agua

Muñecas tiradas en el suelo, ropa prensada entre muros de concreto, juguetes, un zapato, cualquier objeto puede darnos una señal de quién habitaba un inmueble destruido por un sismo. Esa es otra de las actividades de la muestra del Museo El Rehilete. La simulación de los escombros y los objetos que se encuentran permiten a los visitantes saber cómo buscar y deducir quién vivía ahí e incluso cuántas personas pueden permanecer atrapadas. La clave está en observar lo que hay en cada paso.

La estrategia es diferente cuando hay inundaciones. La mayoría de las personas en caso de un huracán o inundación evita irse a los albergues por temor a ser víctimas de robo en sus viviendas. Lo común en estos casos es “resguardarse” donde el agua no los alcance, es decir, en la azotea. Sin embargo, vivir esta experiencia te hace reflexionar sobre la atención que se debe dar a las recomendaciones de Protección Civil. Para esto, la realidad virtual funciona como una herramienta que no solo asombra a los visitantes de esta zona de la muestra, sino que los ayuda a reflexionar sobre lo que harían en una situación de peligro.

Para cerrar el bloque del Museo El Rehilete, los niños y adultos tienen que armar una mochila que contenga los objetos necesarios para la supervivencia en caso de un desastre natural. ¿Qué es más importante, mi videojuego o una barra de chocolate que me aporte calorías? Se pregunta uno de los estudiantes que realiza este ejercicio.

El Museo Interactivo de Economía es otro espacio que ofrece orientación y actividades lúdicas dentro de la Semana Nacional de Ciencia y Tecnología. A través de videojuegos y proyecciones de documentales y sencillas charlas, la gente conoce de principio qué son los desastres naturales, cómo impacta la naturaleza desde una perspectiva diferente y cómo protegerse ante un desastre, además de las consecuencias económicas que conlleva, y la importancia de contar con seguros para solventar gastos imprevistos por siniestros.

Finalmente, la muestra se nutre de más de 30 exposiciones de prototipos y desarrollos tecnológicos, realizados por estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, así como de los 13 tecnológicos regionales en el estado. Todas las actividades, programadas hasta el 21 de septiembre, están encaminadas a generar en los espectadores un ejercicio de reflexión para saber qué es un desastre natural, si se puede prevenir y, sobre todo, cómo enfrentarlo.




CALENTAMIENTO GLOBAL, PRINCIPAL PROBLEMA PARA LA AGENDA POLÍTICA AMBIENTAL

Xalapa, Veracruz. 17 de septiembre de 2018 (Agencia Informativa Conacyt). El verdadero problema ambiental en el que se deben enfocar las políticas públicas es en el relacionado con el calentamiento global y no el cambio climático, aseguró Antonio Luna Díaz Peón, catedrático de la Facultad de Instrumentación Electrónica y Ciencias Atmosféricas de la Universidad Veracruzana (UV).

 

En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el meteorólogo de la UV comentó que actualmente existe una confusión entre esos dos términos utilizados en la jerga científica atmosférica y eso —enfatizó— ha causado políticas públicas deficientes en la materia, así como una incorrecta socialización del conocimiento ambiental.

Por una parte, el cambio climático, explicó, es lo que produce a lo largo de más de 30 años diferencias de temperaturas y de precipitación. Históricamente, en el planeta se han tenido muchos cambios climáticos. Si se habla de forma global, se tuvo la Era del Hielo, después de 1500 se habla de una era de temperaturas altas, por lo cual se podría intuir que existió algo de calentamiento en ese periodo en muchos países, no solamente en algunos puntos.

“Recientemente con el problema de la contaminación atmosférica y todo lo antropogénico, las temperaturas se están incrementando. Este incremento es lo que está produciendo un reciente cambio climático. Todavía no podríamos decir a qué dimensiones vamos a llegar con este cambio. Lo que sí es seguro es que estamos pasando por uno, pues hay incremento en las temperaturas y variación en las precipitaciones”.

Es decir, que en lugares donde llueve, ahora llueve más y en otros donde no ocurría ese fenómeno ambiental, llueve menos. Se está haciendo más extremoso.

El calentamiento global es el incremento de las temperaturas a nivel mundial. En promedio se ha observado que en el último siglo se ha tenido un incremento más o menos como de un grado de temperatura a nivel mundial. Esto es significativo, aseguró, y es preocupante, porque el punto de partida de este incremento de temperaturas data de los tiempos de la Primera Guerra Mundial. Después de la Segunda Guerra Mundial se empieza a hacer más evidente ese incremento de las temperaturas.

“Estamos hablando de un calentamiento global producido desde por allá de la Primera Guerra Mundial hasta nuestros días. La diferencia aquí es que si el incremento de las temperaturas y el calentamiento global continúan vamos a tener un cambio climático. Para que tengamos ese cambio necesitamos que las temperaturas se incrementen. Un calentamiento global te puede llevar a un cambio climático, pero un cambio climático no necesariamente te lleva a un calentamiento global”.

 

El concepto en las políticas públicas

Para Antonio Luna Díaz Peón, el problema de todo esto —sobre todo al hablar de apropiación del conocimiento— es que no se ha definido bien la palabra cambio climático o si se ha definido, la población no lo ha entendido como tal. Porque el hecho de que se tenga un cambio climático no implica que sea necesariamente por ese calentamiento global. Si existe el calentamiento global, no implica que solo el calentamiento global produzca un cambio climático.

 

En el terreno de las políticas públicas, el académico considera que estas no tienen una precisión. No se ha entendido realmente la idea de cambio climático. Ahora todo, argumentó, se lo están atribuyendo a lo que es el resultado del calentamiento global. En ese sentido, cuando se generan políticas públicas eso puede llevar a crear leyes y entonces cuando se dé el contraste del calentamiento, que sería el enfriamiento global, ya no habrá como idea un cambio climático y esas políticas públicas van a quedar obsoletas.

“Creo que más bien lo que se debería de hacer es enfocar bien las políticas públicas al problema real de lo que vendría a ser un cambio climático por calentamiento global. Y entonces allí ya lo estás definiendo más certero, porque si lo dejas solo como calentamiento global o cambio climático, en algún tiempo van a quedar obsoletas”.

En México, Centroamérica y Sudamérica, explicó, se tiene el problema de que no se cuenta realmente con políticas públicas sobre el tema. "Por ejemplo, México ha hecho muchos estudios sobre las tendencias climáticas y las variaciones, pero los políticos realmente no están entendiendo el problema".

“En Veracruz tenemos 33 por ciento del agua que corre a nivel nacional y tenemos pendientes orográficas muy pronunciadas. Esas nos pueden dejar generación de energía eléctrica, pero no se está haciendo de forma correcta. Las investigaciones científicas a nivel país yo creo que son suficientes para que desde ahora ya pudiéramos tomar iniciativas a futuras respuestas. Se están haciendo muchas investigaciones”.

De acuerdo con Díaz Peón, hoy en día hay áreas que no son solo de las ciencias duras, sino de otras disciplinas que poco a poco se van adentrando en la investigación ambiental y comienzan a decir cómo se debería aplicar. En educación se están generando nuevas políticas para que desde lo básico ya se empiece a enseñar.

“También hay gente que se encarga de ver realmente la evidencia. Todos aquellos que se encargan de ver las mediciones y México está compitiendo en eso a nivel mundial de una forma a la par de las grandes potencias: Alemania, China, Inglaterra, Japón. Aunque no contamos con sus tecnologías, sí estamos contando con información. Científicamente se están haciendo cosas muy buenas (...) Antes del doctor Mario Molina, el problema de cambio climático no se conocía, era más fácil que no supieras qué era. Después de ese Premio Nobel, la información se volvió exponencial. A partir de eso voltearon a ver a México como un buen productor de investigación científica y tecnológica", aseguró el investigador.




CAPSAICINA, LA MOLÉCULA PICANTE CONTRA LA OBESIDAD

Zapopan, Jalisco. 18 de septiembre de 2018 (Agencia Informativa Conacyt). Picante pero sabroso. El chile es un fruto presente en casi toda la cocina mexicana y su sabor va desde algunos que prácticamente no son picantes, hasta aquellos que son un reto para el paladar, pero además del uso culinario, científicos jaliscienses han encontrado una nueva utilidad para el chile: explotar sus propiedades para combatir la obesidad.

 

El sabor picante del chile se debe a una molécula presente en su estructura: la capsaicina. Ésta se encuentra en la piel y semillas de este fruto abundante en México, por lo que científicos del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej) trabajan en la producción de un compuesto similar a la capsaicina y que sea útil para combatir la grasa en adipocitos.

Los adipocitos son células capaces de almacenar energía en forma de grasa que, una vez que se acumulan, forman tejidos grasos en el organismo. El doctor Jorge Alberto Rodríguez González, investigador de la Unidad de Biotecnología Industrial de Ciatej, explica que la capsaicina es la encargada de producir el picor del chile, pero al mismo tiempo puede ayudar a inhibir la producción en exceso de adipocitos

“La capsaicina es una molécula pungente presente en el chile, y ya estamos acostumbrados a esta sensación de ardor; sin embargo, observamos que también puede tener otros usos, como alternativa para disminuir dolor o inflamaciones, e incluso en herramientas como el gas pimienta, pero la sensación picante sigue presente”.

 

Un producto similar al picante.

El científico, miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), inició desde hace cinco años el proyecto Evaluación del efecto en la lipogénesis de una capsaicina obtenida por síntesis enzimática, orientado a producir capsaicina vía enzimática y posteriormente evaluar los efectos en la disminución de adipocitos en sujetos de investigación.

Rodríguez González menciona que anteriormente se han investigado los efectos del chile en distintos padecimientos; sin embargo, en este caso también trabajan con investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en un proceso para generar a mayor escala una alternativa contra la obesidad, pero sin producir la sensación de enchilamiento, lo que derivó en la obtención de un análogo denominado olvanil.

“Producimos capsaicina y otros análogos vía enzimática, luego evaluamos sus propiedades en modelos celulares con adipocitos”, relata el investigador. En ese proyecto se observó que además de reducir los niveles de grasa en los adipocitos, también se logró inhibir la producción de más de estas células, que se multiplican una vez que son incapaces de soportar cierto límite de grasa, expandiéndose en el cuerpo, por ejemplo, en el abdomen.

 

El primer paso hacia un producto

El investigador menciona que durante la etapa de experimentación se aplicó olvanil a ratas de laboratorio, a las que se les midieron los niveles de grasa del tejido adiposo, encontrando que sus índices presentaban una disminución luego de que se les aplicara este análogo vía oral.

“Trabajamos con ratones que tuvieron una dieta rica en grasa para producirles obesidad, después les administramos vía oral este análogo para ver si la grasa acumulada disminuía con respecto a los que no se les suministraba, y descubrimos diferencias favorables en cuanto a la reducción de sus niveles de grasa, lípidos y glucosa en la sangre”.

Por ahora, añade el investigador, se trabaja en la gestión de recursos para realizar pruebas preclínicas, en encontrar mejores formulaciones y en medir la toxicidad de estas sustancias. Rodríguez González considera que esta iniciativa también es una oportunidad para generar un producto farmacéutico que pueda ser una alternativa a los tratamientos contra la obesidad.




LOS NIÑOS MÁS FAMOSOS DE LA PATRIA

24 SEPTIEMBRE, 2011

Por Guadalupe Loaeza

Hoy que se conmemora un año más de la batalla de Chapultepec, en 1847, en la que perdieron la vida cerca de 600 soldados, quisiera recordar la vida de los seis jovencitos, casi niños, que se encontraban entre los defensores del castillo: Juan de la Barrera (1828), Agustín Melgar (1829), Fernando Montes de Oca (1829), Juan Escutia (1830), Vicente Suárez (1833) y Francisco Márquez (1834).

Juan Escutia, Juan de la Barrera, Agustín Melgar, Francisco Márquez, Vicente Suárez y Fernando Montes de Oca.

En el caso de los Niños Héroes, puede decirse que “su destino fue la infancia”, debido a su muerte tan temprana. No hace mucho me contaron que Porfirio Díaz se aburría cuando encabezaba un acto en el que intervenía algún poeta. Cuánto debió sufrir, especialmente en los tiempos en que se celebraba el Centenario de la Independencia, pues no pasaba un día sin que se leyeran poemas sobre Hidalgo, la Independencia o Benito Juárez. Pero, entre los héroes más celebrados se encontraban los niños más famosos de la patria: los Niños Héroes.

Dicen que en una ocasión en que Amado Nervo leía un poema en la Cámara de Diputados, Díaz preguntó a uno de sus ministros: “¿A qué hora se acaba la musiquita?” Díaz no tenía mucha sensibilidad poética, así que no creo que le haya gustado el poema que Nervo hizo a los Niños Héroes, aun cuando presidió la ceremonia de su lectura en 1903.

Dice el novelista Mariano Azuela, quien estuvo ese día en Chapultepec, que Díaz estaba en plenitud de su gloria, rodeado de una brillante comitiva. Hay que decir que los cadetes sobrevivientes crearon en 1871 la Asociación del Heroico Colegio Militar para preservar su historia. Con respecto a estos héroes, aunque no eran precisamente niños, pues tenían entre 13 y 19 años, sí actuaron con gran heroísmo durante el asalto al Castillo de Chapultepec por las tropas norteamericanas.

En un artículo del historiador Alejandro Rosas, “Una historia mal contada. Los niños héroes” (Revista Relatos e Historias de México 9/9), leemos: “No queda lugar a dudas que sí fueron héroes por varias razones: por haber tomado las armas para defender el territorio nacional; porque no tenían la obligación de permanecer en el Castillo y decidieron quedarse voluntariamente; porque con escasas provisiones y pertrechos militares resistieron el bombardeo de más de un día, bajo el fuego de la artillería enemiga que hacía cimbrar Chapultepec entero”. La invasión a Chapultepec se dio en medio de la invasión norteamericana, que duró dos años. El general Winfield Scott dirigía el ejército estadounidense que había llegado desde Veracruz. El ejército enemigo bombardeó por más de 12 horas el castillo, la mayor parte de los soldados mexicanos desertaron, pues veían la plaza perdida. Seguramente lo mismo pensó el presidente Antonio López de Santa Anna, pues no mandó más hombres. El director del castillo, que albergaba el Colegio Militar, dio la oportunidad a los soldados de abandonar el edificio. Muchos, entre ellos los seis Niños Héroes, decidieron quedarse a pelear.

Dice José Emilio Pacheco en Crónica del 47 (Clío, 1997) que en esa guerra que abarcó todo el bosque así como Molino del Rey, la Condesa y hasta el actual Metro Insurgentes, se cayeron la mayor parte de los ahuehuetes que había plantado Nezahualcóyotl.

Al año siguiente de la batalla, el director del Colegio Militar mandó al gobierno una lista de los combatientes para que se les rindiera homenaje. La conmemoración tuvo lugar hasta la presidencia de Benito Juárez en 1871.

Por desgracia, casi nada sabemos de la personalidad de estos niños salvo su valor para pelear por una guerra perdida. Conocemos sus rostros gracias a que Santiago Hernández y Ayllón, su compañero del colegio, decidió pintarlos ayudado sólo de sus recuerdos. Tal vez mientras los pintaba, evocaba anécdotas de sus amigos. Y quizá por eso hizo unos retratos en los que se ven muy elegantes, con su uniforme de gala, pero, sobre todo, con unamirada llena de vitalidad y patriotismo.






¿SABÍAS QUE... LA FLOR DE CEMPASÚCHIL ES UNA PLANTA MEDICINAL?

La flor de cempasúchil (Cempoalxóchitl en náhuatl) que adorna los altares del Día de Muertos y grandes avenidas en casi todo o todo México, entre finales de octubre y principios de noviembre; no sólo tiene una función ritual, también forma parte de las hierbas y plantas empleadas en la medicina tradicional mexicana, pues desde hace siglos se ha utilizado para aliviar dolores estomacales, fiebre y cólicos.

Según la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desde el siglo XVI, se tienen registros del uso medicinal de esta planta en el Códice Florentino. Asimismo, a finales del siglo XIX, se aludió a sus efectos: estomático, febrífugo y antiespasmódico, además de ser útil para acelerar la cicatrización de úlceras.

Los aceites contenidos en la flor de cempasúchil tienen igualmente un resultado antibiótico contra bacterias como: Pseudomonas aeruginosa (las cuales ocasionan infecciones tanto en vías urinarias como en las vías aéreas o el aparato respiratorio —fosas nasales, boca, laringe, faringe tráquea, bronquios, bronquiolos y pulmones—); Staphylococcus aureus (causan infecciones cutáneas, tos y fiebre); Bacillus cereus (diarrea, dolor abdominal y náuseas) y Escherichia coli (infecciones estomacales y diarrea).

Adicionalmente, la flor de cempasúchil actúa contra los hongos: Candida albicans (presente en infecciones vaginales), Candida utilis (causante de afecciones respiratorias y urinarias), además del Aspergillus niger (presente en infecciones pulmonares). Comúnmente se preparan infusiones de los pétalos de la flor, pero también se puede administrar como sahumerio, fritas, en baños o untada como fomento.

Fuente: Biblioteca digital de la Medicina Tradicional Mexicana




EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO A 4 MIL METROS DE ALTURA

Ciudad de México. 24 de agosto de 2018 (Agencia Informativa Conacyt). Investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en los lagos del Nevado de Toluca buscan establecerlos como indicadores del cambio climático en México.

Nevado de Toluca

En la Facultad de Estudios Superiores Iztacala (FES-I), el doctor Javier Alcocer Durand ha dedicado su investigación alrededor de estos cuerpos de agua, los cuales son los únicos dos lagos de alta montaña perennes en México.

“Los lagos El Sol y La luna, ubicados en el cráter del volcán inactivo, son nuestra única y excelente opción para constituirlos como centinelas del cambio global para México”, explicó para la Agencia Informativa Conacyt.

Establecer la línea base de su limnología es fundamental para entender la importancia de su protección y su valor sociocultural del lugar en donde están inmersos, además su conservación es indispensable para la lucha contra el cambio climático.

Establecer su limnología podrá hacer posible su evaluación y estudio intraanual (durante las estaciones del año) e interanual (a través de los años) y así reconocer su variabilidad.

“El estudio tiene que ser a largo plazo porque hay factores que no son identificables en periodos cortos de tiempo”, agregó.

Otro de los objetivos de las investigaciones que encabeza el doctor Alcocer Durand es comprender la identidad de los lagos en todos los sentidos, desde sus propiedades físicas y químicas, hasta su valor ancestral para las comunidades originarias de la región en que se ubican.

“Buscamos integrar el aspecto socioeconómico de la región y cómo amortiguar los cambios identificados para evitar al máximo el daño a las comunidades humanas, diseñando políticas y estrategias ante el cambio global y climático”, agregó Alcocer Durand.

 

Apoyo Conacyt

Esta investigación recibió apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través del Fondo Sectorial de Investigación Ambiental.

En el estudio, resaltó que los lagos El Sol y La Luna son los dos más altos del territorio nacional, con poco más de cuatro mil 200 metros sobre el nivel del mar.

La investigación también pretende dar las bases científicas que puedan servir para la recategorización del Nevado de Toluca como área natural protegida.

Los lagos del Nevado de Toluca están ubicados en los cráteres del volcán inactivo, del cual su última erupción registrada y comprobada fue hace más de 10 mil años.

“En el interior del cráter quedaron dos depresiones separadas por un domo dacítico, mismas que actualmente están ocupadas por los lagos El Sol y La Luna”, dijo en entrevista el doctor Javier Alcocer Durand.

En cuanto al agua de estos lagos, el investigador de la UNAM aseguró que sus propiedades físicas y químicas están altamente relacionadas con el lugar en donde se ubican.

“La composición química de las aguas de los lagos está asociada con el tipo de rocas volcánicas que forman su cuenca, andesitas y dacitas principalmente, así como a la inactividad actual del volcán Nevado de Toluca”.

Asimismo, aseguró que no se ha comprobado la existencia de una tendencia climática relacionada con estos lagos que indique un incremento de la temperatura ambiental, tampoco con la precipitación ambiental.

“A pesar de tener un mismo origen y edad, así como de estar ubicados a escasos metros uno del otro, los lagos El Sol y La Luna son diferentes entre sí. Esta diferencia se torna más evidente en su biota”, dijo.

Esto tiene una repercusión directa en la transparencia de los cuerpos de agua, mientras que el lago El Sol tiene un color verdoso, La luna es más transparente.

Otra de sus investigaciones está relacionada con los lagos de Chapultepec, en donde la investigación determinó el impacto de los agentes tóxicos y contaminantes en las especies nativas, esto con la utilización de imágenes satelitales en tiempo real.

El equipo de investigación a cargo del doctor Javier Alcocer Durand ha podido estudiar la dinámica ecológica a largo plazo del lago Alchichica en Puebla, en el que se determinó que el lago tiene existencia de unos 25 mil a 50 mil años y es un cuerpo de agua de origen volcánico.

Este es uno de los pocos lagos hondos que existen en México, con una profundidad máxima de 61 metros, y tiene una característica peculiar: sus aguas son muy transparentes y son saladas.

“La sobreextracción del agua del manto freático es una actividad creciente en la región, requerida para cubrir las necesidades de una agricultura de riego en expansión, así como para dotar de agua potable a las poblaciones en desarrollo”, concluyó el doctor Javier Alcocer Durand.

 

México es una República.

Y una república es una forma de organización del Estado, donde la mayor autoridad ejerce sus funciones durante un tiempo determinado y se elige por los ciudadanos.

El principal canal de participación ciudadana en la república es el voto libre y secreto. De esta manera, los ciudadanos pueden ejercer su participación sin presiones ni condicionamientos.

En nuestro país tenemos al INE (Instituto Nacional Electoral) que organiza y regula todos los procesos electorales, extiende las cédulas de identificación que se utilizan para emitir los votos y esa base de datos se actualiza permanentemente y sobre todo en los periodos en que habrá elecciones.








10 DE ABRIL, ANIVERSARIO LUCTUOSO DE EMILIANO ZAPATA

Caudillo de la Revolución Mexicana. Nació el 8 de agosto de 1879, en San Miguel Anenecuilco, del Distrito de Villa de Ayala en el hermoso Estado de Morelos. Fue hijo de Cleofás Salazar y Gabriel Zapata. A los 17 años quedó huérfano de padre.

El 10 de abril de 1919, víctima de una celada, Zapata fue asesinado en la hacienda de Chinameca, en el mismo lugar que ocho años atrás le tendieron igual traición. Zapata llegó a una cita con el coronel Guajardo, acompañado por una pequeña escolta en su arribo. Las tropas de Guajardo presentaron armas simulando rendirle honores y cuando el caudillo entró a la hacienda, abrieron fuego dándole muerte en el acto.

 

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